miércoles, 27 de abril de 2011

Märklin 3673 (3092), el dibujo

Mi primer contacto con Märklin fue cuando, abriendo las cajas de cartón que trajo mi padre a casa, decidí coger una de las locomotoras (la que me pareció más bonita) y colocarla en una repisa de mi habitación, donde estuvo muchos años. Se trata del modelo 3673 en verde, aunque a la espera de que aparezca el ténder (si es que aparece), entiendo que, por el momento, es la 3092. Estoy aprendiendo mucho a través de este enlace, muy recomendable: 
www.lctm.info/Secciones/LocoMes/L009_BR18/HO/index.htm.



La 3673 (3092), uno de los tesoros de la colección 


Fue en el verano del 92 cuando la bajé de la repisa para dibujarla (el resultado ilustra la cabecera de este blog y por eso he decidido empezar por ésta). El cuadro lleva toda la vida colgado en mi casa y, tras mucho esperar por su momento, está máquina y las nueve restantes estarán de nuevo pronto en circulación. Mientras voy construyendo la maqueta, iré contando algo de cada una de ellas.


La Märklin 3673, según mis cálculos y basándome en lo que he podido averiguar, es de principios de los años 70 (posiblemente de 1974). Hay algunas variantes sobre este modelo, de las que considero más curiosa la Royal Blue (2001), ciertamente poco realista, demasiado forzada en su diseño cromático pero muy elegante para según qué circunstancias (me la imagino dando vueltas por Disneylandia o algo así).



La Royal Blue (imagen de www.lctm.info)


Durante el tiempo en que usé esta locomotora como elemento decorativo (gran error), sufrió algunos desperfectos. Viendo cómo es la máquina por dentro, dudo mucho que yo sea capaz de arreglarla, así que tarde o temprano tendrá que "pasar por enfermería" en Madrid, Barcelona o Málaga...



Las "tripas" (imagen de www.lctm.info)




Este modelo de Märklin reproduce una locomotora inspirada en lo que se conoce como 'época I', es decir, entre 1835 y 1920. Llevo días intentando, sin éxito, saber el año exacto. ¡Acepto cualquier ayuda!

lunes, 4 de abril de 2011

Una posible explicación

Aproveché un indeseable viaje de trabajo a Madrid para exprimir en el Bazar Matey la única media hora que tuve libre. Hace unos diez años que estuve en esa tienda, pero creo que aquella visita tuvo que ser aún más relámpago que ésta, porque sólo recordaba el mostrador.






De lo que realmente necesito para montar la maqueta, sólo me faltaban seis placas de distribución (MAR 72090), que ahora vienen preparadas para las nuevas clavijas Märklin, las pequeñas, así que también he tenido que comprar 30 de éstas.


Es imposible irse de esta tienda sólo con seis placas y 30 clavijas. Hay decenas de expositores con artículos de todo tipo; el bazar está hecho con un buen gusto alucinante y tiene auténticas virguerías.




Total, que además compré una caja de personajes (seis esquiadores), la revista Maquetren (está genial) y, atención: el coche Vespa en miniatura. Explico esto último: mi padre, en uno de sus múltiples negocios cambulloneros, apareció en casa en un Vespa 400, un coche descapotable de 1957 (sobre este coche hay mucho y muy bueno en www.forocoches.com/foro/showthread.php?t=583057).


Llevaba mucho tiempo detrás del cochito en escala y, por fin, lo conseguí el pasado viernes en Matey, encima en una reproducción perfecta que, aunque no me sirve para la maqueta (es algo mayor que 1:87), quedará estupendo en la pequeña colección de juguetes curiosos que estamos montando poco a poco.




Ahora -por el sábado 2 de abril- estoy en el avión llegando a Gran Canaria, viendo el Teide sobre las nubes y echándole un primer vistazo a la revista, y la sensación que tengo al ver las fotos con esos increíbles paisajes es que querría estar dentro de esas maquetas, en ese mundo perfecto de montañas, ríos, lagos, árboles y trenes. Entonces pienso que ésta puede ser una de las explicaciones al vicio que produce en los aficionados al maquetismo ferroviario este universo en pequeño.


Me decía ayer -por el viernes pasado- un taxista en Madrid que esto de los trenes es muy friki. Pensándolo ahora, creo que tiene razón, pero yo estoy encantada de ser una de esos frikis.